Búsqueda técnica.

El 26 de noviembre de 2025 realizamos una intensa jornada de prácticas de búsqueda técnica en el puerto de Barcelona, centrada en el uso del escáner y el geófono en un entorno real, ruidoso y cercano al mar. El objetivo fue comprobar cómo afectan las interferencias, el ruido ambiente y la proximidad al agua al rendimiento de nuestro material y a la capacidad del equipo para interpretar correctamente las señales.

Prácticas con el escáner cerca del mar

Para comenzar, el puerto de Barcelona amaneció con una fuerte actividad, con maquinaria, obras y tráfico constante, lo que ofrecía un escenario perfecto para poner a prueba el escáner en condiciones muy exigentes. Comenzamos las pruebas a unos 50 metros del mar, obteniendo lecturas claras y estables, que nos permitieron trabajar con comodidad y validar el comportamiento del equipo en una distancia de seguridad razonable.

Sin embargo, a medida que nos fuimos acercando a la lámina de agua, las lecturas empezaron a volverse cada vez más extrañas, apareciendo interferencias y datos poco fiables que nos obligaron a detenernos y revisar parámetros. Esta reacción del escáner evidenció el impacto directo del entorno marítimo en el rendimiento del equipo y la necesidad de conocer bien estas limitaciones antes de una intervención real.

Imagen del SCAN en el Puerto de Barcelona. Búsqueda técnica.
Búsqueda técnica. SCAN

Trabajo con el geófono en entorno ruidoso

Posteriormente, el otro gran protagonista de la jornada fue el geófono, que se enfrentó a un entorno especialmente complicado por el ruido ambiente. Con gente trabajando muy cerca, golpes constantes de obra y un puerto en plena actividad, el reto principal fue aprender a discriminar esos sonidos fuertes de los que podría emitir una víctima en una situación real de búsqueda técnica.

De todas formas, aunque no hay material gráfico de esta parte del ejercicio, el trabajo se centró en entrenar el oído y la concentración del equipo, afinando la capacidad para identificar señales relevantes entre el ruido. El resultado fue parcial: el geófono funcionó a medias, lo que refuerza la idea de que este tipo de herramienta requiere mucha práctica, horas de escucha y ejercicios repetidos en escenarios similares.

No obstante, la sensación general fue que nos acercamos mucho a lo que queríamos escuchar, y que cada sesión en entornos complejos suma experiencia y mejora la confianza del equipo a la hora de interpretar las lecturas.

Puesta a punto del material

Paralelamente, entre prueba y prueba también dedicamos tiempo a una tarea más silenciosa, pero imprescindible para el trabajo operativo: la organización y etiquetado del material. Colocamos pegatinas identificativas en todos los elementos del escáner, del geófono y de la cámara, dejando cada componente claramente marcado y listo para su despliegue en futuras prácticas o intervenciones.

En conclusión, esta puesta a punto mejora la trazabilidad del equipo, reduce errores en momentos de estrés y facilita que cualquier integrante pueda localizar y preparar el material de forma rápida y ordenada. Es un paso sencillo, pero clave para mantener un nivel alto de seguridad, coordinación y eficiencia durante la búsqueda técnica.

Imagen de la pantalla de control del SCAN. Búsqueda técnica.

Un día de prácticas muy bien aprovechado

En resumen, la jornada en el puerto de Barcelona ha sido, en conjunto, un día muy bien aprovechado de prácticas de búsqueda técnica. Las pruebas con el escáner y el geófono en un entorno real, con interferencias, ruido y proximidad al mar, han ofrecido información valiosa sobre las capacidades y límites del material, y sobre la necesidad de seguir entrenando en escenarios exigentes.

Finalmente, más allá de los resultados puntuales, el aprendizaje principal es que detrás de cada intervención eficaz hay muchas horas de ensayo, ajuste de procedimientos y entrenamiento en condiciones reales, que ponen a prueba tanto a la tecnología como al equipo humano.